viernes, 23 de mayo de 2008

Tu esperada visita

Se anunciaba que venía, todos la esperabamos, pero ella cual novia se hacía esperar, pese a que conocía de nuestra necesidad no apuraba sus pasos para llegar. Cuando todos dabamos por pérdidas las esperanzas de que llegara, lo hizo sin previo aviso, causando estragos entre quienes la recibían.

A mi me encanta su compañía, creo que llena los espacios, me gusta escucharla y sentirla muy cerca de mí.. pero lo que más me gusta de ella es que me transporta a mi niñez y luego me hace soñar como si estuviera en otra época.

Tiene muchas virtudes y muchos defectos, pero es necesaria para todos. Si la acompañamos de una dulce melodía de fondo se transforma en la base de un panorama perfecto.

Que bueno que viniste y estuviste con nosotros, esperamos que para la próxima vez el tenor de tu intensidad sea menor, para que no imbadas la vida de los demás.
Vuelve te estaremos esperando ;)

martes, 13 de mayo de 2008

Caos por congestión...

Para las personas que vivimos en ciudades, hablar de congestión ya ha pasado a ser un tema recurrente, todos llegamos hablando del taco que había aquí y allá. Llegar a nuestro punto de destino cada día pareciera tomar más y más minutos. Si antes demorabas 15 o 20 minutos, hoy gracias a la cantidad de flujo vehicular te demoras 30 minutos. Peor aún si vas en medio de una autopista, ya que la posibilidad de tomar una vía alternativa se hace nula, no tienes más remedio que esperar. Bueno esa misma sensación, fue la que sentí anoche, cuando mis vías respiratorias estaban tan congestionadas que el aire que inhalaba y exhalaba tuvo que hacerlo por una vía alternativa, como lo es la boca. Sensación que causa más de alguna molestia, ya que si deseas comer o hablar, debes priorizar porque no puedes ocupar la misma vía para hacer dos cosas. Sentí como poco a poco mi cuerpo, al igual que la ciudad, comenzaba a colapsar, el retraso con el que llegaba el aire a mis pulmones dificultaba aquel acto reflejo de respirar, aquel acto que para muchos pasa desapercibido en la loca carrera de la vida donde no nos detenemos a revisar si estamos respirando o no, sólo sabemos que lo haces y ya, hay que seguir. Pero en un momento como el que viví anoche, cuando te detienes y ves que de ese pequeño acto reflejo depende todo lo que quieres llegar a ser, das a gracias a Dios por poder respirar. No exagero, tuve una crisis de pánico, sentí que en cualquier momento iba a dejar de respirar producto de la congestión de mis vías…traté de buscar formas y formas de despejar el camino, pero todo era en vano… lo único que me devolvió la paz y el sueño, fue recordar que estaba en los brazos del padre, y que de él y nadie más que él, dependía si iba a seguir respirando o no……Hoy cuando abrí los ojos, y concientemente revisé que respiraba por la nariz… no pude más que dar gracias a Dios por poder respirar.