Todo hacía presagiar que sería un día normal, comenzando por mis pocas ganas de levantarme, producto de los menos de 10 grados de temperatura que habían en el exterior, pero como el deber pesa más que el querer, lo hice igual. Luego de realizar mi rutina de limpieza y tomar algo de desayuno emprendí el viaje que día a día me lleva hasta la oficina. Un poco atrasada decidí presionar con mayor fuerza el acelerador para avanzar más rápido... todo parecía normal, sin embargo un destello de luz comenzó a encadilar mis ojos, la música en la radio era una buena compañía, kilómetros de autopista iban quedando atrás, pero el destello seguía molestando mi vista.
Al llegar a la oficina, el destello de luz quedó atrapado entre los edificios, ya no podía verle de frente. El trabajo estaba en marcha, había que ponerse al día, revisar prensa, correos, fotologs, facebook..todo aquello que hoy nos permite estar conectados. De pronto un anuncio de mensaje se hizo presente, al revisarlo era un comentario de una foto que con el pasar de los minutos se transformó en una entretenida conversación que magicamente empezó a iluminarlo a todo...se podría decir que me alegró el día... era increíble pero sin estar el destello de luz frente a mis ojos, el día parecía iluminarse sólo con sus palabras y alegría.
Ya no era un día común como los anteriores, pude recordar anécdotas y vivencias pasadas. Sí, definitivamente volví a sentir lo mismo que sentía años atrás cuando hablaba contigo..
